El humano piadoso busca lograr la identidad entre Karma y Dharma, para rebasarla más tarde.
El Karma posee al menos dos significados destacables:
1. acción o conjunto de acciones,
2. y propiedades o dotes que se reciben al nacer.
El significado del Dharma no se limita al de Ley Moral, sino que abarca la evolución espiritual en su conjunto. Por eso su sentido universal se adecua a las castas, sexos, estratos, etapas de la vida y a cada individuo.
El moksha o liberación del yugo es un proceso gradual. Abarca entonces la vida presente y la sucesión de existencias o renacimientos. Desprenderse de las cadenas kármicas representa, en una fase del proceso, elevar a un nivel superior el karma en vidas futuras, trascendiendo las prescripciones tradicionales.
El camino persigue la restauración del Dharma en el mundo, cuando éste se ha alterado en exceso.
El "caminante" se reconoce como puro instrumento del Dharma universal. No se accede al conocimiento o a la autodisciplina por sí y para sí, sino para hacer más efectiva la acción.
El humano es un ser actuante por naturaleza, y aunque algunos elegidos pueden retirarse a la vida contemplativa, la mayor parte está destinada a la acción. Se trata de desligarse de ella, de renunciar a su fruto, es decir, arribar a la naiskarmya, la renuncia aun a los frutos de la acción meritoria, lo cual conduce a escapar de samsaray, a superar la individualidad, fuente del dolor, y a la incorporación al principio eterno.
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