El camino de los justos

En la antigua China esta expresión se comenzó a utilizar de forma habitual a partir del Rey Fu Shi para hacer referencia al Camino de la Naturaleza o Camino de los Cielos (camino del agua y del aire). Esto es, las aguas y los vientos no se mueven de manera desordenada sino que siguen un ritmo, una dirección, una lógica. Para que las cosechas sean prósperas y los hombres sean sanos y felices han de ajustar sus actividades a esos ritmos estacionales de las aguas y de los vientos.

Del mismo modo, así como lo pequeño copia a lo grande, Lao-Tsé y Confucio predicaban el abandono de nuestro propio camino individual de placer y antojo, para seguir, en su lugar, el Gran Camino Moral del Bien de todos, o Bien Común.